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La sociedad en el Incanato estuvo organizada a base de clases sociales. Existían dos clases muy diferenciadas: la Nobleza y el Pueblo. En cada una de estas clases había diversos niveles.

  • Nobleza:

La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey), la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.

    • Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca, quienes integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas funciones, como funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos sacerdotes, etc.

    • Nobleza de Privilegio, cuyos miembros no pertenecían a la familia real, sino que eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios prestados al Estado (en las guerras, en el culto religioso, en las obras públicas, etc.) habían alcanzado tal jerarquía. Tal era el caso de los jefes militares, los sacerdotes y las acllas o escogidas.

  • Pueblo:

    • Hatunrunas, conformada por la gran masa del pueblo. Dedicándose a las labores agrícolas, aunque también prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían agrupados formando parte de los ayllus. Eran los verdaderos forjadores del imperio.

    • Mitimaes o Mitmaqkunas, eran aquellos pobladores que habiendo demostrado fidelidad al Inca y asimilado la cultura quechua, eran enviados a colonizar los nuevos territorios conquistados. Había otro tipo de mitimaes, que, como castigo a su rebeldía, eran enviados a zonas distantes de su lugar de origen. Tal fue el caso de los aymaras del altiplano, que fueron trasladados a diversas regiones del Imperio, como a la actual provincia de Aymaraes, en Apurímac.

    • Yanacunas o yanaconas, eran personas que no pertenecían a ayllu alguno y oficiaban de criados perpetuos al servicio del inca y de los grandes señores.

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